Crónicas Veraniegas

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OCTAVA CRÓNICA 26 de septiembre de 2009

He vuelto a "Sietepuertas" como mejor opción de las dos que tenía; la otra era el pato en Orellana pero con el aire solano que hacía preferí la primera por estar la zona a socuello de ese aire.
Llegue sobre las ocho de la mañana pero todavía tenía que bajar hasta el agua( unos 400 metros).
Comencé con mi rapala y al momento las primeras picadas: barbos y más barbos, así que me di prisa para llegar a la zona donde he cogido otros días los blases, entre otra cosas porque tenía prisa relativa y no podía estar tanto tiempo pescando como otros días.
Conforme avanzo, la profundidad aumenta y en unas retamas que estaban casi en la orilla noto un movimiento, lanzo mi rapala pensando que era un barbo y una estela se forma en el agua avanzando hacia mi rapala, ataque y clavo. Por la forma de picar sé que no es un barbo e inmediatamente clavo otra vez con fuerza, pues no tengo muerte en los anzuelos (por si los barbos) y no quería que se fuera el blass porque efectívamente era un bonito blass. Un momento de lucha, foto y al agua.
Por fin llegué a la zona de blases y con lo anterior me las prometía felices pero esta vez me han engañado. Lancé con todo y no veía ninguno. Seguí andando y, por fin, una vez que lancé la rapala bastante dentro noté unos pequeños contactos; cuando la rapala llegó a mi vista cuatro buenos blases la seguían con la boca pegada pero ninguno la atacaba. Inmediatamente cambié a vinilo pero ya se habían perdido de vista, lancé e inmediatamente se estiró el hilo y clavé... otro bonito blass. Ya no tuve más picadas así que traspuse el cerro y me subí hacia el coche porque la prisa que tenía era "una despedida de soltero" y no era cuestión de llegar muy tarde.
El verano va llegando a su fin pero todavía quedan algunas salidas si todo va bien.
Un saludo.

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